Tiempo de adoración. Cuando tenemos la mirada y el corazón fi jos en la
contemplación de Cristo resucitado, la Misa puede llegar a ser una ocasión de
profunda adoración y alabanza, precisamente porque la Liturgia contiene todos
los principales componentes de la oración cristiana: pedir perdón por los pecados
cometidos, escuchar la voz de Dios en las lecturas bíblicas, proclamar quién
es Dios rezando el Credo, interceder con el poder y la autoridad de los hijos
de Dios, llegar al encuentro personal con el Señor en el banquete eucarístico,
y ofrecerle adoración y acción de gracias. Ver más »