Una dinámica vida nueva
Carta del editor
Por: Luis E. Quezada
Queridos hermanos:
Jesucristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado! La Pascua de Resurrección nos llena del júbilo de saber que nuestro Señor ha resucitado y que hoy vive entre nosotros; que nos ama y prosigue su misión de salvar a todos los que creemos en su Nombre. Y no es mera coincidencia que la Pascua ocurra en época de primavera, cuando todo se renueva, los días son más largos y luminosos, brotan las plantas y las flores y nacen las crías de los animalitos. En una palabra, renace la vida, una vida que puede ser dinámica, gozosa y prometedora si tomamos realmente conciencia de lo que significa la redención.
Esta vida nueva que nos trajo el Señor, gracias a su sacrificio expiatorio y su gloriosa resurrección, fue lo que motivó la fe, el heroísmo y la fidelidad de los discípulos en su misión de llevar la buena noticia de la salvación en Cristo a todo el mundo, tal como el Señor se lo había mandado. Nosotros, los que venimos del Continente Americano, tenemos una deuda de gratitud con aquellos misioneros que trajeron el Evangelio al Nuevo Mundo y de esa manera nos ofrecieron la posibilidad de creer en Jesús, cambiar de vida y finalmente salvar nuestras almas para la vida eterna. ¿No deberíamos nosotros ser también portadores de la buena noticia para quienes no conocen al Señor en nuestra propia familia o comunidad y ser así “pescadores de hombres” como el Señor quiso que fuéramos?
En los artículos de esta revista veremos la necesidad de que esta buena noticia llegue a nuestro entendimiento y nuestro corazón a través de los sacramentos, el primero de los cuales es el Bautismo, el baño de regeneración e iluminación que disipa la oscuridad del alma humana y nos abre la puerta hacia las gracias que nos prodigan los demás sacramentos en la Iglesia Católica. Esto es lo que hace que nuestra vida cristiana, iluminada por la luz admirable de Jesucristo, nuestro Señor, pueda ser tan dinámica como nosotros lo queramos, según nuestra fe y sumisión a la voluntad divina.
Otros artículos. En la sección posterior de la revista hay un artículo que versa sobre la manera en que las parroquias pueden pasar de la clave de “mantenimiento” a la de evangelización, haciendo lo necesario para que los fieles lleguen a ser “pescadores de hombres”.
Incluimos, además, la inspiradora historia de una joven religiosa irlandesa muy entusiasta y talentosa, cuya vida lamentablemente encontró un trágico fin.
Tengan ustedes, queridos lectores, una bendecida Pascua de Resurrección. Su hermano en Cristo,
Luis E. Quezada
Director Editorial
editor@la-palabra.com
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