Señor, enséñanos a orar
Queridos hermanos:
Queridos hermanos:
Si pudieran pedirle al Señor una sola cosa en esta Cuaresma, ¿cuál sería? Quizá le pedirían la resolución de un problema familiar o una solución a una dificultad financiera o de salud. Sabemos que Jesús cuida de todas las áreas de nuestra vida, así que naturalmente queremos ofrecerle nuestras preocupaciones y cargas. Pero, en esta Cuaresma queremos tener una perspectiva distinta.
Imagina que tú eres uno de los primeros seguidores de Jesús. Lo has visto curar a los enfermos, alimentar a los hambrientos y resucitar a los muertos. Lo has visto perdonar pecadores, predicar la buena noticia y exhortar a la gente para que se vuelva a Dios. También lo has visto levantarse de madrugada para rezar solo, incluso has rezado con él. Entonces, podrías hacerle una petición junto con sus discípulos: “Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11, 1).
Ese es nuestro objetivo en esta edición de Cuaresma de La Palabra Entre Nosotros. Durante los siguientes cuarenta días, nos sentaremos a los pies de Jesús y lo escucharemos mientras nos enseña a orar a nuestro Padre de una forma que es tanto personal como reverente (Mateo 6, 9-13). Luego, seremos testigos de lo cercana que es su relación con su Padre mientras lo escuchamos rezar durante la Última Cena (Juan 17, 1-26). Finalmente, nos uniremos a él en el huerto de Getsemaní y lo escucharemos mientras se esfuerza por abrazar el llamado del Padre a la cruz.
El Espíritu Santo te enseñará. Quizá te resulte difícil identificar los momentos en los cuales el Señor te está enseñando. Pero tú tienes algo que los discípulos no tenían en aquel tiempo, ¡tú tienes al Espíritu Santo en tu corazón!
La promesa de Jesús a sus discípulos es para ti también: El Espíritu “les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho” (Juan 14, 26). El Espíritu, que tú has recibido cuando fuiste bautizado, permanece en ti y te presenta ante Jesús cada vez que oras. El Espíritu está en tu corazón en este momento listo para hacer vida en ti las palabras de Jesús, especialmente en lo que se refiere a encontrarse con el Padre en la oración.
Durante esta Cuaresma, cuando reces, te invito a que inicies con estas palabras: “Señor, ¡te pido que me enseñes a orar! Enséñame a mantenerme cerca del Padre. Espíritu Santo, haz vida en mí todo lo que Jesús enseñó a sus discípulos. Señor Jesús, el Viernes Santo cuando sea testigo de tu pasión, te pido que me ayudes a estar cerca de ti, rezando contigo por el camino.”
Que Dios los bendiga en esta Cuaresma.
María Vargas
Directora Editorial
Comentarios