Bienvenidos a la Pascua de Resurrección. Nuestro Señor Jesucristo ha resucitado y la naturaleza va retoñando, al menos en el hemisferio norte: los campos se cubren de plantas y flores, los árboles reverdecen, las nuevas crías aparecen en las lagunas y los bosques y hasta los pajaritos entonan su alegre trinar como una gloriosa y angelical sinfonía de sonidos, aromas y colores que nos anuncia la vida nueva que el Señor nos ha traído: ¡Feliz Pascua de Resurrección para todos!

En esta edición retomamos el tema de la Sagrada Eucaristía. ¿Por qué? Porque todavía hay muchos de nuestros hermanos que no están convencidos de que el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de nuestro Señor y Salvador Jesucristo están real y verdaderamente presentes en las especies consagradas de la Sagrada Eucaristía.

Seguramente lo sabemos, pero siempre conviene recordar constantemente esta realidad. ¿Por qué? Porque nuestra salvación depende de ello. ¿Cómo así? En la Sagrada Eucaristía recibimos la Persona divina y humana de Jesucristo, nuestro Señor, que vive y actúa en su Iglesia y se nos ofrece constantemente en el Sacramento de la Fe.

Queridos lectores, también queremos participarles que nuestros hermanos José y Flor Alba Soto, que han trabajado con una excelente dedicación y fidelidad en La Palabra Entre Nosotros por 32 años consecutivos en la división de Servicio al Cliente, han decidido acogerse al beneficio de la jubilación. Es con un sentimiento encontrado, tanto de pesar por su ausencia, como de alegría por ellos, ya que podrán iniciar una nueva etapa en su vida, una etapa de mayor tranquilidad y reposo, en la que seguramente se dedicarán a disfrutar de sus hijas y sus nietos.

Estimados José Antonio y Flor Alba, les deseamos toda suerte de bendiciones del Señor y la Virgen María y una nueva vida de paz, amor y felicidad. ¡Hasta siempre!

A ustedes también, nuestros lectores, les deseo una Pascua de Resurrección muy bendecida.

Luis E. Quezada
Director Editorial
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