Para una buena confesión
Guía para el examen de conciencia y la confesión
¿Por qué confesarse en Adviento? Porque en este tiempo tenemos una mayor percepción de la cercanía del Señor y estamos más conscientes de nuestros pecados, y como preparación conviene hacerse un examen de conciencia.
¿Dudo de la existencia de Dios? ¿He hecho juramentos en su nombre sin necesidad? ¿He negado alguna vez las principales verdades de la fe católica?
¿He faltado a Misa los domingos sin razón justificada? ¿He comulgado alguna vez sabiendo que no he confesado un pecado grave?
¿Respeto a mis padres? ¿Los he tratado mal o descuidado?
¿He robado algo? ¿He dejado de cumplir mis deberes?
¿Le he deseado mal a alguien alguna vez? ¿He cometido un aborto o ayudado a alguien a cometerlo?
¿Creo en supersticiones, amuletos, santería, horóscopos, adivinación, espiritismo, etc?
¿He mirado películas o revistas obscenas? ¿He cometido actos impuros conmigo mismo o con otras personas?
¿He dicho mentiras u ocultado la verdad? ¿He sido deshonesto en algo?
¿He deseado la mujer o el marido de otra persona?
¿Siento envidia de alguien? ¿Me he negado a compartir tiempo o dinero con los pobres?
Acto de contrición . . . Oh Dios mío, me duele haberte ofendido. Detesto todos mis pecados, porque temo la pérdida del cielo, pero más que nada porque te ofenden a ti, Dios mío, que eres infinitamente bueno y mereces todo mi amor. Me propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, no volver a pecar, evitar toda ocasión de pecado, hacer penitencia y enmendar mi vida. Amén.
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