Ofrecernos a Dios
Convirtamos nuestra entrega en una práctica diaria
El examen prenatal no arrojó una conclusión definitiva. La bebé que crecía en el vientre de Susana podía estar bien, o podría sufrir de discapacidades de por vida. Los médicos instaron a Susana a realizarse más exámenes, pero ella y su esposo se negaron. Ambos sabían que recibirían a esta bebé en su vida sin importar lo que mostraran los exámenes. Al mismo tiempo, vivían enfrentando la posibilidad de tener que criar a una niña con necesidades especiales. “Señor”, rezó Susana, “pongo esta situación en tus manos. Sea lo que sea que suceda, confío en ti.”
Susana rezó la misma plegaria todos los días durante el resto del embarazo. Rezó así cuando el miedo parecía abrumarla y también cuando...
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