La esperanza de la glorificación
No hay nada que nos pueda separar
En diciembre de 2015, la profesora Eliat Mazar y su equipo de arqueólogos se encontraban realizando una excavación en Jerusalén cuando desenterraron un artefacto que exhibía una impresión del sello real del rey Ezequías, que reinó en Judá hace 2.700 años. La impresión se encontraba en un sitio de desechos cerca del muro del Templo que da al sur. El sello, que en la antigüedad se utilizaba para sellar las cartas, era ovalado, como se ve aquí y estaba estampado en una pieza de arcilla de media pulgada. Solo el rey podía utilizar el sello oficial, lo que significa que este hallazgo es más importante aún pues fue seguramente el propio Ezequías, uno de los reyes de Israel más santos y fieles a Dios, el que realizó esa impresión.
El sello garantizaba la autenticidad de la carta o el documento en el que se colocaba y por eso conllevaba gran autoridad y nadie discutía...
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