La Adoración Eucarística y las vocaciones religiosas
Beatos, Papas y Arzobispos recomiendan la Adoración Eucarística
Papa Benedicto XVI Beato Juan Pablo II
“Adoremos a Cristo vivo en la Sagrada Eucaristía, y enamorémonos una vez más de Cristo, nuestro Hermano y Amigo verdadero, el Esposo de la Iglesia, el Dios fiel y misericordioso que nos amó primero. Así ustedes, los jóvenes, estarán listos y dispuestos a recibir con agrado su llamada, en caso de que los quiera totalmente para Él en el sacerdocio o la vida consagrada” (6 junio 2006).
“Sólo quienes están con el Señor aprenden a conocerlo y pueden anunciarlo de verdad. Y quienes están con Él no pueden retener para sí lo que han encontrado. La Adoración Eucarística es un modo esencial de estar con Cristo. En la sagrada hostia está presente el Señor, el verdadero tesoro, siempre accesible para nosotros. Sólo adorando su presencia aprendemos a recibirlo adecuadamente. Busquemos estar con el Señor. Allí podemos hablar de todo con Él, podemos presentarle nuestras peti
ciones, nuestras preocupaciones, nuestros problemas, nuestras alegrías, nuestra gratitud, nuestras decepciones, nuestras necesidades y nuestras esperanzas. Allí podemos repetirle constantemente: ‘Señor, envía obreros tu mies. Ayúdame a ser un buen obrero en tu viña.” (11 septiembre 2006).
Beato Juan Pablo II
“La Sagrada Eucaristía es fuente y alimento de toda vocación sacerdotal y religiosa.” (1 de febrero de 2005).
“Insto a los sacerdotes, religiosos y laicos a proseguir y redoblar sus esfuerzos para enseñar a las generaciones más jóvenes el significado y el valor de la adoración eucarística… estar junto al altar es también una oportunidad privilegiada para escuchar la llamada de Cristo a seguirlo más radicalmente en el ministerio sacerdotal” (26 de junio de 1996).
Arzobispo Fulton J. Sheen
“Ni el conocimiento teológico ni la acción social por sí solos bastan para mantenernos enamorados de Cristo, a menos que ambas cosas vayan precedidas por un encuentro personal con el Señor. Me resulta imposible explicar lo provechoso que ha sido la Hora Santa diaria. Aparte de sus ventajas espirituales positivas, han impedido que mis pasos se desvíen del camino. La Hora vino a ser un maestro, porque si bien es cierto que antes de amar a una persona debemos conocerla, después de conocerla, el amor es el que profundiza el conocimiento. El entendimiento teológico se adquiere no sólo en las páginas de un libro, sino con las dos rodillas postradas ante La Hora Santa como un tanque de oxígeno, que reanima el aliento del Espíritu Santo en medio de la podredumbre y el hedor del mundo.”
Beata Teresa de Calcuta
“Si ustedes desean tener vocaciones, tengan adoración eucarística diariamente. No fue sino hasta 1973, cuando comenzamos la Hora Santa diaria que nuestra comunidad comenzó a crecer y florecer… en nuestra congregación solíamos tener adoración una vez a la semana durante una hora; luego en 1973 decidimos hacer adoración una hora todos los días. El trabajo pendiente es mucho. Las casas que tenemos para los enfermos y los agonizantes indigentes están repletas en todas partes. Y desde el momento en que comenzamos a tener adoración cada día, nuestro amor a Jesús se hizo más íntimo, el amor de las unas a las otras se hizo más comprensivo, el amor a los pobres se hizo más compasivo, y se ha duplicado el número de las vocaciones. Dios nos ha bendecido con muchas vocaciones maravillosas. El tiempo que dedicamos a nuestra diaria audiencia con Dios es la parte más valiosa de todo el día.”
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