La Palabra Entre Nosotros (en-US)

Octubre 2014 Edición

Estoy plenamente convencido

Un catálogo de verdades de la fe

Estoy plenamente convencido: Un catálogo de verdades de la fe

Una de las armas más eficaces que tenemos en la batalla espiritual es lo que San Pablo llamó “el cinturón de la verdad” (Efesios 6, 14).

El apóstol sabía que cuando los cristianos conocemos bien la verdad de quién es Dios y lo que él ha hecho por nosotros, nos costará mucho menos rechazar las mentiras y tentaciones del demonio.

A continuación anotamos algunas de las maravillosas verdades de la Palabra de Dios que usted puede tener presentes en su pensamiento durante el día. Esta lista no es más que un punto de partida, para que luego usted mismo construya su propio catálogo personal de verdades de la fe que le ayudarán a mantenerse firme día tras día.

Dios me ama. “Nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, 39 ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!” (Romanos 8, 38-39)

Dios tiene un plan perfecto para mí. “Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza.” (Jeremías 29, 11)

Jesús ha perdonado todo el pecado. “Tenemos ante el Padre un defensor, que es Jesucristo, y él es justo. Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados; y no sólo los nuestros, sino los de todo el mundo.” (1 Juan 2, 1-2)

Soy una nueva creación en Cristo. “Por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre.” (Romanos 6, 4)

Jesús ha derrotado al Diablo. “Dios nos libró del poder de las tinieblas y nos llevó al reino de su amado Hijo, por quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados.” (Colosenses 1, 13-14)

El Espíritu Santo vive en mí. “Aviva el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio.” (2 Timoteo 1, 6-7)

Puedo vencer el mal con el bien. “Ustedes antes vivían en la oscuridad, pero ahora, por estar unidos al Señor, viven en la luz, pues la luz produce toda una cosecha de bondad, rectitud y verdad... No compartan la conducta estéril de los que son de la oscuridad; más bien sáquenla a la luz.” (Efesios 5, 8-11)

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