Enero 1-Febrero 17 de 2015
Carta del Editor
Queridos hermanos en Cristo:
El 28 de marzo de 2015 se cumplirá el Quinto Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús o Santa Teresa de Ávila, una religiosa carmelita cuya fe, entrega a Cristo y profundidad espiritual fueron tales que marcó una enorme diferencia no sólo en España, su país natal, sino en todo el mundo católico. Las comunidades carmelitanas están, por supuesto, de fiesta y nosotros queremos acompañarlas rindiendo homenaje a esta santa, poetisa y madre espiritual de innumerables hijos e hijas del Carmelo, incluyendo artículos sobre la santa en esta edición de la revista.
Para muchas personas, la idea de los santos es algo del pasado, de gente extraordinaria pero de otra época, muy distante de la realidad actual. Pero no es así. Los santos son personas de carne y hueso, como tú y yo, que no nacieron santos. Es cierto que muchos de ellos tuvieron una inquietud espiritual desde temprana edad, pero otros iniciaron el camino de la santidad siendo ya bien adultos. La diferencia es que, dejando atrás todos los intereses mundanos, se dedicaron en cuerpo y alma a servir a Dios y lo hicieron con total fidelidad y heroísmo.
La vida de Santa Teresa de Ávila es, precisamente, una muestra de que no todo en su vida estuvo siempre caracterizado por una marcada espiritualidad. Lo importante es que cuando el Señor la llamó a su servicio, ella reconoció la llamada, la aceptó y puso manos a la obra. Y eso es lo que todo cristiano debe hacer.
La Marcha por la Vida. Este mes de enero es muy importante en los Estados Unidos porque el día 22 se realiza la Marcha por la Vida, en la que todos los años miles de católicos y no católicos salimos a la calle en Washington DC y en muchas otras ciudades del país a pedir que se derogue el fallo de la Corte Suprema de Justicia por el que, en 1973, se hizo legal la horrorosa práctica del aborto en todo el país, con la consecuente masacre “legal” de millones y millones de seres humanos no nacidos.
Como dice el padre Víctor Salomón, autor del artículo final de la revista, es hora de que nos unamos para lograr, con el voto, que el gobierno federal cambie su criterio y prohíba el aborto, porque no se trata de “preferencias” ni “opciones” personales, sino de vidas humanas creadas por Dios que también tienen derecho a vivir. A esas criaturitas, que no tienen voz, hay que defenderlas.
Abundantes bendiciones del Señor y la Virgen para nuestros lectores.
Luis Quezada, Director Editorial | Escriba una correo al Editor
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