La Palabra Entre Nosotros (en-US)

Junio 2024 Edición

Encuentra a Jesús en la Eucaristía

Queridos hermanos:

Encuentra a Jesús en la Eucaristía: Queridos hermanos:

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, ha estado animando a los católicos en este país a vivir una experiencia más profunda de Jesús al participar de la Eucaristía. El mes entrante, se llevará a cabo el décimo Congreso Nacional Eucarístico como parte del Avivamiento Eucarístico que los obispos han promovido en el último año. Los obispos desean recordarnos que nuestro Señor Jesucristo sale a nuestro encuentro cada vez que participamos de la Sagrada Comunión.

Los artículos de este mes fueron escritos por monseñor Andrew Cozzens, obispo de la diócesis de Crookston, Minessota y quien ha sido designado para liderar este Avivamiento. Monseñor Cozzens quiere conducirnos a que tengamos un encuentro personal con Cristo tanto en nuestro corazón como en el Sacramento de la Eucaristía.

El Señor Jesús tuvo muchos encuentros con distintas personas a lo largo de su ministerio y así como hizo con ellos, sale a nuestro encuentro para ofrecernos su amor, su misericordia y su gracia. Como hizo con Pedro, Andrés, Santiago y Juan, Jesús pasa y nos invita a seguirlo (Mateo 4, 18-22). A Zaqueo le dijo: “baja en seguida, porque hoy tengo que quedarme en tu casa” (Lucas 19, 5).

Después de su resurrección, salió al encuentro de María Magdalena y de las otras mujeres, y les dijo: “No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que allá me verán” (Mateo 28, 10). El Señor desea que estemos con él, desea entrar en nuestro corazón y nos invita a que volvamos al “lugar” donde lo encontramos la primera vez, a “nuestra Galilea” para que revivamos ese primer amor que tuvimos con él.

El lugar y momento ideal para encontrarnos con el Señor es en la Eucaristía. Ahí nos encontramos con el Hijo único de Dios. Ahí Jesús viene a morar en nuestro corazón. El Señor te ama y quiere que recuerdes que está a tu lado en todo momento y se complace en hacer de ti su morada.

Recuerda lo que sucedió con los discípulos de Emaús. Estaban abatidos porque su Maestro había muerto en la cruz tan solo tres días antes. Cuando Jesús los encontró en el camino, la tristeza que los agobiaba ni siquiera les permitió reconocerlo. Y fue en medio de su tribulación que Jesús les salió al encuentro y les explicó lo que decía el Antiguo Testamento y esta explicación de las Escrituras les ardió en el pecho (Lucas 24, 32). Luego les reveló su presencia al partir el pan (Lucas 24, 35). Y eso es lo que el Señor quiere hacer con nosotros en la Misa: Dar vida a la Escritura y revelarse de una forma real.

Jesús nos dice: “Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos” (Apocalipsis 3, 20).

Hermano, hermana, ¿le vas a abrir la puerta al Señor? Que este Avivamiento nos ayude a encontrarnos con el Resucitado que sale a nuestro encuentro y desea quedarse con nosotros a cenar en nuestra casa.

María Vargas
Directora Editorial
editor@la-palabra.com

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