Es natural que cuando sufrimos o vemos a un ser querido sufrir, nos preguntemos la razón de ese sufrimiento. Pero debemos recordar que Jesús nos dijo que si queremos ser sus discípulos debemos tomar nuestra cruz y seguirlo (ver Lucas 9, 23).

Nuestros artículos para esta edición fueron escritos por el presidente de La Palabra Entre Nosotros, Jeff Smith y tienen como objetivo darnos ánimo y esperanza en medio del sufrimiento. Jeff y su esposa Jeannie han experimentado el sufrimiento de una manera particular, pues en el año 2017, su hija Kathleen perdió la vida a causa de una sobredosis de heroína. Ustedes podrán leer su testimonio personal en el tercer artículo que se encuentra en la página 16.

Decía Jeff en una carta que escribió el año pasado: “No sé cómo Jeannie y yo habríamos sobrevivido estos últimos cinco años sin la fe en el Señor y la esperanza de la promesa del cielo. Porque no solo perdimos a nuestra hija Kate, sino que nuestro hijo, Peter, fue diagnosticado con un cáncer incurable en fase cuatro solo unos cuantos meses más tarde.” (Peter murió en julio del 2022).

También anotaba Jeff: “Peter nos decía: ‘Papá y mamá, creemos en el cielo y en la bondad de Dios; yo estoy preparado para irme con el Señor.’” Y así es como Dios desea que enfrentemos el sufrimiento, con la certeza de que él nos dará como premio “la vida, que es la corona que Dios ha prometido a los que lo aman” (Santiago 1, 12).

Finalmente, Jeff dijo en su carta: “Todos experimentamos dificultades, pérdidas y sufrimientos. Pero Dios desea acompañarnos en estos tiempos de dolor. El Señor quiere darnos esperanza cuando nos sentimos vacíos y perdidos. Él quiere asegurarnos que está con nosotros cuando nos sentimos solos. Y, posiblemente lo que es más importante, él quiere llenarnos con la esperanza en la promesa de que el cielo nos espera a nosotros y a nuestros seres queridos.”

Hermanos, sin duda todos enfrentaremos sufrimiento en nuestra vida, pero pido a Dios que todos puedan encontrar fortaleza por medio de las palabras de Santiago: “Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase. Pues ya saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento” (Santiago 1, 2-3).

María Vargas
Directora Editorial