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Octubre 2012 Edición

Congreso Mundial de las Familias

Matrimonio y Familia: El Futuro de la Sociedad

Congreso Mundial de las Familias: Matrimonio y Familia: El Futuro de la Sociedad

El Congreso Mundial de las Familias, la reunión mundial más importante de líderes provida y profamilia, tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Madrid del 25 al 27 de mayo recién pasado. En este Congreso se adoptó la siguiente:

DECLARACIÓN DE MADRID

Reunidos en Madrid, España, el 27 de mayo de 2012, nosotros, los delegados del VI Congreso Mundial de Familias reafirmamos la verdad de que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene dere­cho a la protección de la sociedad y del Estado” (artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos). La familia natural está inscrita en la naturaleza humana y se basa en la unión voluntaria de un hombre y una mujer en la alianza matrimonial de por vida. La institución del matri­monio sobre todo ofrece a la pareja amor y alegría y también tiene como objetivo la procreación y la educación de los hijos. Por desgracia, en nues­tros tiempos, los ataques a la familia natural están creciendo en número e intensidad. Las ideologías del esta­tismo, el individualismo atomista y la revolución sexual ponen en entre­dicho la esencia del matrimonio y de la familia. Recientes cambios en las leyes y en las políticas públicas de gobiernos de todo el mundo corrom­pieron el significado y la dignidad del matrimonio, devaluaron la pater­nidad, alentaron el divorcio fácil y los nacimientos fuera del matrimo­nio, confundieron las identidades sexuales, promovieron la promiscui­dad, crearon las condiciones para que aumentara el abuso infantil, ais­laron a los ancianos y fomentaron la despoblación.

Como respuesta a todo ello, el VI Congreso Mundial de Familias aprueba un conjunto de principios para crear un entorno cultural y polí­tico que sea compatible con la vida, la libertad y la esperanza para el futuro:

• Afirmamos que la familia natural, no el individuo, es la unidad fun­damental de la sociedad.

• Afirmamos que la familia natural es la unión de un hombre y una mujer a través del matrimonio, creada con el fin de engendrar hijos, compar­tir el amor y la alegría, proveer su educación moral, construir una economía doméstica, ofrecer segu­ridad en tiempos de crisis y unir a las generaciones.

• Afirmamos que la familia natural es un elemento fijo del orden creado, arraigado en la naturaleza humana. La familia natural no puede con­vertirse en una realidad de nueva creación, ni puede ser redefinida por los entusiastas de la ingenie­ría social.

• Afirmamos que la familia natu­ral es el sistema familiar ideal y verdadero. Si bien reconocemos múltiples situaciones de hecho, los otros “tipos de familia” adole­cen de alguna carencia o son meras invenciones del Estado.

• Afirmamos que el vínculo sexual auténtico es la unión matrimonial entre un hombre y una mujer, el único abierto a la natural y respon­sable creación de una nueva vida.

• Afirmamos la santidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Cada persona recién concebida tiene derecho a vivir, a crecer, a nacer y a com­partir un hogar con sus padres naturales unidos por el matrimo­nio. El aborto, la eutanasia y todas las formas de manipulación de los seres humanos en estado embrio­nario o fetal, por lo tanto, son ataques inaceptables contra la vida humana.

• Afirmamos que la familia natural es anterior al Estado y los gobiernos legítimos existen para proteger y apoyar la familia.

• Afirmamos que el mundo es abundante en recursos. El debi­litamiento de la familia natural y el fracaso moral y político, y no la “sobrepoblación” humana, han causado la pobreza, el hambre y la degradación del medio ambiente.

• Afirmamos que la familia natural es la principal fuente de prosperi­dad económica y social y el pilar principal sobre el que asentar la superación de la actual crisis eco­nómica mundial.

• Afirmamos el derecho de los padres a educar a sus hijos para su bien, sin interferencias del Estado.

• Afirmamos que todo ser humano tiene derecho a la libertad religiosa y que la comunidad política debe respetar la libertad de profesar la propia fe, de transmitirla y de edu­car a los hijos en ella.

Comentario: Oremos para que también, en todos los países del mundo, se promuevan iniciativas en el mismo sentido y se ponga fin a la cultura de la muerte, especialmente el aborto.

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