Carta del Editor - Pascua 2014
Por: Luis Quezada
¡Cristo ha resucitado!
Esta triunfal exclamación era una fórmula que utilizaban los primeros cristianos. Cuando se encontraban unos con otros, especialmente en épocas de persecución, se saludaban diciendo “Cristo ha resucitado” y la respuesta era “¡Verdaderamente ha resucitado!” Así se reconocían los verdaderos seguidores del Señor.
Dice el Padre Jorge Loring, S.J., en su libro Para Salvarte: “La gran prueba de la divinidad de Cristo es la resurrección, y para esto primero tenía que morir. Pero la muerte en cruz fue para demostrar su amor a nosotros.
“Dios pudo haber mandado al infierno a todos los hombres que hubieran pecado mortalmente; pero —por el mucho amor que nos tiene— no hizo eso, sino que, al contrario, quiso hacerse hombre para redimirnos… para que veamos el valor de nuestra alma y tengamos horror al pecado, para darnos prueba de su amor a nosotros, y para servirnos de ejemplo en nuestros trabajos y penalidades.” (pág. 257).
La resurrección de Jesús es el acontecimiento más glorioso e importante de la Historia de la Salvación. Celebremos, pues, con toda nuestra fe y nuestra voluntad la gloriosa resurrección de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo de Nazaret.
Nuevos santos. Dos papas recientes, Juan XXIII y Juan Pablo II, serán canonizados el 27 de abril, por lo que incluimos un artículo sobre este notable acontecimiento, que probablemente es único en la historia de la Iglesia. Ahora tenemos dos nuevos santos de nuestro propio tiempo, que conocen las vicisitudes de los que vivimos en el siglo XXI y a quienes podremos pedirles su valiosa intercesión.
Testimonios. Insertamos, además, los testimonios de dos personas que, en muy diferentes circunstancias, tuvieron encuentros personales y vivificantes con Cristo resucitado, con resultados maravillosos. Uno lo escribe una joven a quien el Señor salvó del suicidio y el otro de un joven que tuvo un encuentro con Jesús resucitado en una asamblea de oración.
¿De qué sirven estos testimonios? Primeramente, para darle gloria a Dios, pues él es quien actúa en la vida de las personas. Pero también para despertar el interés de muchos otros que tal vez se encuentran en situaciones difíciles en su vida, en encrucijadas de las que no saben cómo salir. El saber que Cristo es real, que vive y es todopoderoso incita a las personas a pedirle que se manifieste en sus vidas y les ayude a encontrar soluciones. ¡Y el Señor lo hace! Ojalá muchos le pidan ayuda a Cristo y se entreguen a él en este glorioso tiempo pascual.
Tengan una feliz celebración de la victoria de la Resurrección.
Luis Quezada, Editor | Escriba una correo al Editor
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