Carta del Editor - Jul/Ago 2013
Queridos hermanos en Cristo:
¡Habemus Papam! A todos nos tomó por sorpresa la noticia de la renuncia de S.S. Benedicto XVI como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, algo de lo cual no se había tenido noticia en más de seis siglos.
Luego, pocas semanas después, presenciamos las transmisiones televisivas del Cónclave al cabo de cuyo segundo día de votaciones salió humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina y escuchamos el anuncio que todos esperábamos: ¡Habemus Papam! ¡Tenemos Papa!
Pero quizá la sorpresa más grande fue que el nuevo Sumo Pontífice resultó ser el Papa Francisco, anteriormente conocido como Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, Argentina, el primer Papa latinoamericano y primer Papa jesuita. ¡Felicitamos a todos los argentinos y nos felicitamos todos los latinoamericanos por tan feliz acontecimiento!
Tras el sentido de tristeza y pesar que muchos tuvimos ante el alejamiento de nuestro querido Benedicto XVI, nos llega ahora la nueva vitalidad y el estilo netamente pastoral del Papa Francisco, cuyo nombre nos trae a la memoria al gran san Francisco de Asís, que tuvo la misión de renovar la Iglesia de su época.
Quiera el Señor que el nuevo Sumo Pontífice sea también un reformador amable y sabio, profundamente iluminado por el Espíritu Santo, para que conduzca la “Barca de Pedro” con mano segura por las turbulentas aguas de la apostasía moderna hasta llevarla al puerto seguro de la fidelidad a la doctrina de Cristo, la purificación de las conciencias y la santidad de las almas.
La Virgen María y los ángeles. Como ya es tradicional en nuestra revista, esta edición doble está dedicada a la Virgen María, nuestra Madre, que nos acompañará en nuestro caminar espiritual durante los meses de julio y agosto.
Incluimos también un artículo sobre los ángeles, los acompañantes divinos que el Señor da a cada uno de sus hijos, aunque —la verdad sea dicha— probablemente muy pocos nos acordamos de ellos y menos aún le pedimos su ayuda. ¡Qué lástima! Porque ellos son instrumentos de Dios que el Señor nos concede para ayudarnos a dirigir nuestros pasos por la senda que lleva al cielo.
Incluimos, asimismo, un artículo sobre santa Juana de Arco, la joven analfabeta que por gracia de Dios llegó a ser la comandante de los ejércitos de Francia hasta lograr la coronación del auténtico heredero real de su país.
Testimonios. Los invitamos, queridos lectores, a enviarnos sus opiniones y comentarios sobre la revista, y también sus testimonios de conversión personal y sanación.
Que el Señor derrame sobre ustedes abundantes bendiciones.
Luis Quezada, Editor | Escriba una correo al Editor
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