En esta edición de la revista, tomamos el ejemplo de San Pablo, que podría decirse que fue el apóstol y evangelizador más grande y exitoso de la Iglesia primitiva. En su Segunda Carta a los Corintios, el apóstol expone cómo lidiaba con los ataques del grupo que él llamaba los “falsos apóstoles”, porque muchos de sus detractores, siendo cris­tianos, se habían desviado de la verdad pura del Evangelio y lo calumniaban, descalificando sus atributos personales y su predicación, y de esta forma conseguían que muchos cristianos los siguieran y se desviaran también del camino auténtico de Cristo.

Como vemos estos conflictos han estado siempre presentes en las comu­nidades cristianas, hasta ahora. Por eso, San Pablo se preocupaba tanto de enseñar a sus discípulos la absoluta necesidad de conocer y mantenerse fie­les a la verdad del Evangelio de Cristo, sin alterarlo de ninguna forma. Hoy en día, lamentablemente, hay tam­bién muchos que desvirtúan la pureza de la doctrina católica y se desvían por caminos de confusión y separa­ción, sin reconocer que de esa forma ponen en peligro su propia salvación y la de muchos otros. ¡Qué importante es conocer bien la enseñanza de Cristo y de la Iglesia!

El espíritu renovador. Precisa­mente pensando en este tema, nos complace mucho incluir, en la parte posterior de esta edición, dos artícu­los escritos por una persona laica que, habiendo sido encargada por su obispo diocesano para administrar una parro­quia, se ha dedicado a estudiar las causas de la indiferencia y la tibieza de muchos católicos y a reformar los planes y sistemas de evangelización y catequesis en su parroquia. Tras un arduo trabajo de varios años, ¡el resul­tado ha sido asombroso!

Este testimonio, digno de elogio y reconocimiento, bien podría servir de ejemplo para que muchos párrocos, administradores pastorales, directo­res de comunidades laicales y grupos de oración se dedicaran a renovar la manera en que están predicando y cate­quizando a las congregaciones que se les han confiado. Cuando esto suceda, habrá una explosión de conversiones y una corriente viva de servidores reno­vados y comprometidos que dedicarán con alegría su tiempo, talento y dinero para colaborar en la construcción del Reino de Dios.

Edición más breve. La revista que tienes en tus manos, querido lector, es la más breve del año, porque com­prende solo del 1 al 21 de febrero; el 22 es Miércoles de Ceniza y ese día comienza nuestra edición de Cuaresma, que abarcará desde entonces hasta la Vigilia Pascual del Sábado Santo, el 7 de abril. De esta forma, la revista va más acorde con el calendario litúrgico y las temporadas de la Iglesia.

Que el Señor los bendiga a todos con su generosa abundancia.

Luis Quesada, Editor | Escriba una correo al Editor