La Palabra Entre Nosotros (en-US)

Junio 2018 Edición

Junio 2018

Carta del editor

Por: Luis E. Quezada

Junio 2018: Carta del editor by Luis E. Quezada

Queridos hermanos en Cristo: ¿Ha visto alguno de ustedes a un alfarero cuando hace un artefacto de barro o porcelana?

¿O los ha hecho personalmente? Es interesante ver cómo el artesano prepara el material, hace girar la rueda y luego va moldeando la vasija, pocillo o cántaro que desea formar. Lo hace con sus propias manos, dándole la forma que quiere.

Esto nos recuerda cuando Dios creó al ser humano, moldeándolo del barro con la forma que él quiso darle, como lo dice el Salmo 139, 13: “Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo.” Pero a veces, nosotros mismos, con nuestras faltas y pecados, errores e imperfecciones somos los que desfiguramos la imagen con que el Señor nos creó.

En esta edición queremos pedirle al Señor que nos conceda la gracia de ser moldeados de nuevo por sus santas y venerables manos, las manos del Alfarero divino. Pero no sólo ser remodelados, sino purificados, como el oro que se refina al fuego. A veces esto es difícil o doloroso, pero no hay otro camino: es un camino angosto y difícil, el camino de la negación de sí mismo, pero es el camino seguro que conduce al cielo.

Respuestas de la encuesta. Me complace sobremanera comprobar, por la gran mayoría de las respuestas recibidas a la encuesta del año pasado, que nuestros lectores están, en general, contentos con la revista, que les sirve para su oración diaria y les ayuda en su crecimiento espiritual; les sirve para comprender mejor los textos sagrados y lo que celebramos en la Santa Misa. ¡Fantástico! Eso es precisamente lo que nos motiva a seguir trabajando en este apostolado.

Entre las respuestas recibidas hubo varias que pidieron que pusiéramos cada meditación diaria a continuación de las respectivas lecturas de la Misa del día. Aunque comprendemos muy bien la razón de esta petición, lamentablemente no podemos acceder a ella por dos razones: primero, porque el suplemento de la Misa es una unidad completa establecida así por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos por lo que no podemos dividirla. Segundo, el suplemento se imprime por separado y luego se inserta en el centro de la revista, de modo que aun si quisiéramos, no podríamos acceder a lo que ustedes nos piden, pues eso escapa a nuestro control.

Créanme, queridos lectores, que ponemos muchísimo cuidado en la producción de la revista, su corrección lingüística y su presentación gráfica, para que todo en ella contribuya a que los mensajes que contiene sean de alimento espiritual para ustedes.

¡Que el Señor los bendiga! Su hermano en Cristo,
Luis E. Quezada
Director Editorial
editor@la-palabra.com

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