La Palabra Entre Nosotros (en-US)

Octubre 2020 Edición

Jesucristo Misericordioso nos habla

Promesas recibidas y difundidas

Por: Santa Faustina Kowalska

Jesucristo Misericordioso nos habla: Promesas recibidas y difundidas by Santa Faustina Kowalska

Durante toda su vida, Santa Faustina tuvo muchas visiones y locuciones interiores de Jesús. En su Diario dice con frecuencia que se sentía “llena” de Dios. Pero hubo una visión en particular cuyo resultado se ha difundido por el mundo entero:

“Al anochecer (del 22 de febrero de 1931), estando yo en mi celda, vi al Señor Jesús con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido… Después de un momento, Jesús me dijo: “Pinta una imagen según el modelo que ves y firma: Jesús, en Ti Confío.” (49)

Esta es la imagen de Jesús Misericordioso que hoy día se venera en casi todas las iglesias católicas del mundo. En diversas ocasiones y durante toda su vida, el Señor le dio muchos mensajes y promesas a Santa Faustina. A continuación, una recopilación de varios de ellos citados textualmente en negrita:

Sobre el cuadro de Jesús Misericordioso

Deseo que esta imagen sea venerada, primero en tu capilla, y [luego] en el mundo entero. (47) No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia. (313) Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo Mismo la defenderé como Mi gloria. (48)

Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. (299)

De todas Mis llagas, como de arroyos, fluye la misericordia para las almas, pero la herida de Mi Corazón es la Fuente de la Misericordia sin límites, de esta fuente brotan todas las gracias para las almas. (1190)

Sobre la coronilla de la Divina Misericordia

Esta oración… la rezarás durante nueve días con un rosario común, del modo siguiente: Primero rezarás una vez el Padre Nuestro y el Ave María y el Credo. Después, en las cuentas correspondientes al Padre Nuestro, dirás las siguientes palabras: “Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero”. En las cuentas del Ave María, dirás las siguientes palabras: “Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”. Para terminar, dirás tres veces estas palabras: “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”. (476)

Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación. Hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita. Deseo que el mundo entero conozca Mi misericordia; deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia. (687)

Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla. Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos. (848)

Sobre la Novena de la Misericordia

Deseo que, durante esos nueve días, lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de Mi misericordia. Y a todas estas almas Yo las introduciré en la casa de Mi Padre. Lo harás en esta vida y en la vida futura. Y no rehusaré nada a ningún alma que traigas a la Fuente de Mi Misericordia. Cada día pedirás a Mi Padre las gracias para estas almas por Mi amarga Pasión. (1209)

Sobre la Fiesta de la Misericordia

Quiero que haya una Fiesta de la Misericordia. Deseo que esta imagen sea solemnemente bendecida el primer domingo después de la Pascua; ese domingo ha de ser la Fiesta de la Misericordia. (49) Deseo que esta imagen sea expuesta en público el primer domingo después de Pascua de Resurrección. Ese domingo es la Fiesta de la Misericordia. A través del Verbo Encarnado doy a conocer el abismo de Mi misericordia. (88) Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia. (1109)

Sobre la Santa Comunión

El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata… La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la Fuente de Mi misericordia. (699)

Una hora de meditación de Mi dolorosa Pasión tiene mayor mérito que un año entero de flagelaciones a sangre; la meditación de Mis dolorosas llagas es de gran provecho para ti y a Mí Me da una gran alegría. (369)

Oh, cuánto Me duele que muy rara vez las almas se unan a Mi en la Santa Comunión. Espero a las almas y ellas son indiferentes a Mí. Las amo con tanta ternura y sinceridad y ellas desconfían de Mí. Deseo colmarlas de gracias y ellas no quieren aceptarlas. Me tratan como una cosa muerta, mientras que (60) Mi Corazón está lleno de Amor y Misericordia. (1447)

Deseo unirme a las almas humanas. Mi gran deleite es unirme con las almas. Has de saber, hija Mía, que cuando llego a un corazón humano en la Santa Comunión, tengo las manos llenas de toda clase de gracias y deseo dárselas al alma, pero las almas ni siquiera Me prestan atención, Me dejan solo y se ocupan de otras cosas. Oh, qué triste es para Mi que las almas no reconozcan al Amor. Me tratan como una cosa muerta. (1385)

Sobre el Corazón Misericordioso de Jesús

Deseo que conozcas más profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas y tu comprenderás esto cuando medites en Mi Pasión. Apela a Mi misericordia para los pecadores, pues deseo su salvación. Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión. (186) Esta oración es la siguiente: “Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío”. (187)

Jesús llama a los pecadores

Me deleitan las almas que recurren a Mi misericordia. A estas almas les concedo gracias por encima de lo que piden. No puedo castigar aún al pecador más grande si él suplica Mi compasión, sino que lo justifico en Mi insondable e impenetrable misericordia. (1146)

No tengas miedo, alma pecadora, de tu Salvador; Yo soy el primero en acercarme a ti, porque sé que por ti misma no eres capaz de ascender hacia Mi. Oh, cuánto Me es querida tu alma. Te he asentado en Mis brazos. Y te has grabado como una profunda herida en Mi Corazón. Mi misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero. ¿Quién ha medido Mi bondad? Por ti bajé del cielo a la tierra, por ti dejé clavarme en la cruz, por ti permití que Mi Sagrado Corazón fuera abierto por una lanza, y abrí la Fuente de la Misericordia para ti. Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. Jamás rechazaré un corazón arrepentido, tu miseria se ha hundido en el abismo de Mi misericordia. (1485)

Sobre las señales de los últimos días

Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombres este signo en el cielo. Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra. Eso sucederá poco tiempo antes del ultimo día. (83)

Antes de venir como juez justo abro de par en par la puerta de Mi misericordia. Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia. (1146)

Citas del Diario de Santa María Faustina Kowalska, © 1996 Used with permission of the Marian Fathers of the Immaculate Conception of the B.V.M.

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