La Palabra Entre Nosotros (en-US)

Junio 2023 Edición

El Señor, está siempre contigo

Queridos hermanos:

El Señor, está siempre contigo: Queridos hermanos:

Como ustedes saben, nuestra misión en La Palabra Entre Nosotros es animarlos a experimentar la presencia de Dios en su vida cotidiana. Y en este mes en que celebramos la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, quisiera invitarlos a que se acerquen al Señor con fe y recuerden que él es el pan que nos da la vida eterna.

Nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “En el corazón de la celebración de la Eucaristía se encuentran el pan y el vino que, por las palabras de Cristo y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo” (CIC, 1333).

Los artículos de este mes tienen como finalidad animarlos a acercarse a la Eucaristía y a la Adoración eucarística para encontrarse con el Pan de Vida, con el Señor Jesucristo que vino al mundo y entregó su vida en la cruz para redimirnos del pecado.

Nos dice también el Catecismo: “La comunión de vida divina y la unidad del Pueblo de Dios, sobre los que la propia Iglesia subsiste, se significan adecuadamente y se realizan de manera admirable en la Eucaristía. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre” (CIC, 1325).

Te invito a acercarte entonces con gratitud, amor y humildad. Este es el momento de más intimidad con el Señor, es un buen momento para abrir tu corazón y presentarle tus preocupaciones, tus luchas; pero también para agradecerle por todo lo que él ha hecho y hace por ti.

Recuerda además, que la presencia de Jesús no desaparece cuando la Misa termina. No, él permanece siempre a tu lado. Bien nos lo dice Santa Catalina de Siena: “¡Oh Caridad inestimable! Te quedaste con nosotros como alimento, mientras somos peregrinos en esta tierra, para que no desfallezcamos por el cansancio, sino que fortalecidos por ti, alimento celestial, sigamos el camino.”

Jesús permanece a tu lado siempre, te guía, te fortalece, te protege, te alimenta. El Señor desea conducirte por el camino que te lleva hacia él, el camino que te conduce a la vida junto a él para siempre. ¡Qué hermoso don! Habitar junto a Jesús para toda la eternidad es la máxima meta de nuestra vida.

Pido al Señor Jesús que le conceda a cada uno de ustedes, descubrirlo en el pan y el vino que se convierten en su Cuerpo, “entregado a muerte en favor de ustedes” (Lucas 22, 19); y su Sangre “con la que se confirma la alianza” (Marcos 14, 24).

María Vargas
Directora Editorial

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