La Palabra Entre Nosotros (en-US)

Dic/Ene 2009 Edición

Carta del Editor

Edición Diciembre/Enero

Carta del Editor: Edición Diciembre/Enero

Queridos hermanos en Cristo: Cada vez que rezamos el Padre Nuestro repetimos, “Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.”

La primera parte de esta plegaria se refiere a la Segunda Venida de Jesús; en la segunda, le pedimos al Padre que su reino se establezca ahora mismo en la tierra y que su voluntad se cumpla tan perfecta y plenamente como se cumple en el cielo. En cada Adviento estas oraciones adquieren mayor importancia ya que la Iglesia nos invita a prepararnos tanto para la Navidad como para el glorioso regreso de nuestro Salvador a la tierra.

Una invasión con espíritu navideño. Y mientras esperamos la Navidad, tal vez nos preguntamos “¿Es posible que la voluntad de Dios se haga aquí en este mundo antes de que vuelva Jesús? En realidad, en cierta forma la voluntad divina ya se hace en la tierra, porque todo aquello que Dios permite que suceda, sucede. Pero lo que nos hace falta ahora es orar para que tengamos el deseo de trabajar para que la voluntad de nuestro Padre se cumpla en nuestra propia vida y la de nuestros seres queridos. ¿No es esto lo que nos gustaría que sucediera?

Lo bueno es que cuando el Señor nos dio el Padre Nuestro, Él sabía que junto con esa oración recibiríamos el poder de Dios para vivir en la tierra conforme a su voluntad, de manera que pudiéramos experimentar y participar en la propagación de su reino en la tierra. En cierta forma, esto es lo que hicieron los santos. ¡Oremos para que también suceda con nosotros!

Artículos especiales. Confiamos en que nuestros lectores encuentren estimulante el artículo que nos ofrece el padre Diego Suárez sobre el amor de Dios. Es una exhortación a tomar conciencia de lo mucho que Dios nos da y hace por nosotros, de manera que respondamos en forma adecuada y eficaz a ese amor divino. Ahora que es época de hacer “resoluciones” para el nuevo año, viene muy bien proponerse cambiar para mejorar.

En septiembre de este año se cumplieron 40 años del fallecimiento del Santo Padre Pío de Pietrelcina. En marzo se había exhumado su cuerpo incorrupto y en abril expuesto al público, por lo que ofrecemos una breve reseña biográfica de la vida ejemplar de este extraordinario sacerdote capuchino que llevó las estigmas de Cristo durante 50 años.

Además, los que vivimos en los Estados Unidos, tuvimos en abril de este año la bendición de recibir la visita apostólica del Vicario de Cristo y Obispo de Roma, S.S. el Santo Padre Benedicto XVI, visita que sin duda tuvo el efecto de renovar la entrega de todos los católicos de este país y confirmarlos en la fe. De todo lo que dijo y enseñó en su visita, incluimos algunos breves pasajes.

Los que laboramos aquí en La Palabra Entre Nosotros les deseamos a todos ustedes, nuestros queridos lectores, una muy feliz y bendecida Navidad y le pedimos al Señor que los llene de gracia y prosperidad durante todo el Año Nuevo 2009.

Luis Quesada, Editor | Escriba una correo al Editor

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