La Palabra Entre Nosotros (en-US)

Febrero/Marzo 2007 Edición

Examina mi conciencia, Señor

Examen de conciencia para la Cuaresma

Cuando contemplamos a Jesús, el Siervo Sufriente, vemos que fue alguien que se entregaba en manos de Dios con plena confianza, y dejó que Dios le escudriñara el corazón y lo purificara de todo lo que le impidiera cumplir la voluntad de Dios. Por consiguiente, llegó a comprender la voluntad de Dios para su vida y su pueblo y pudo aceptar la misión que el Señor le encomendaba e incluso sus sufrimientos, porque había logrado vislumbrar el glorioso fruto de lo que Dios había preparado.

También nosotros debemos dejar que el Señor alumbre nuestro corazón y, para ello, lo mejor es hacernos un examen de conciencia en Cuaresma, porque generalmente estamos demasiado ocupados, o bien decimos que lo hemos hecho tantas veces antes que ahora nos parece un ejercicio repetitivo y sin mucho significado.

Pero si nos dejamos llevar por estas excusas, corremos el riesgo de privarnos del fruto más importante de la Confesión: la libertad para alcanzar la plenitud de lo que Dios tiene reservado para cada uno de sus hijos. Si nos dedicamos a contemplar la gloria de Dios y le pedimos al Espíritu Santo que examine nuestro interior y escudriñe nuestra conciencia, Dios formará nuestro carácter. Cuando nos demos cuenta de lo grande que es el amor del Señor, no podremos tolerar más los pecados que nos han separado de Él y de sus planes. Por el contrario, empezaremos a pensar más como Jesús y preferiremos hacer todo lo que haga falta para seguirlo fielmente.

En esta Cuaresma digámosle que "sí" al Señor en todo lo que desee hacer en nuestra vida. Por medio del examen de conciencia, el Espíritu Santo nos ayudará a deshacernos de todo obstáculo para vivir la vida plena que Dios tiene para sus hijos.

Amor a Dios

  • ¿He amado a Dios por sobre todas las cosas, o he dejado que otros intereses (dinero, diversiones, apariencia, deportes, hábitos, vicios, etc.) sean más importantes para mí?
  • ¿Hay aspectos de mi vida que no le entrego a Dios, rincones secretos donde no quiero que llegue la luz de su amor?
  • ¿He cumplido fielmente mi compromiso de orar y leer la Escritura regularmente para alimentar mi relación con mi Padre?
  • ¿He sido fiel en dedicarle al Señor el día de reposo, el Domingo?
  • ¿Le he faltado el respeto al Señor usando su nombre en juramentos o promesas triviales? ¿He preferido callarme delante de los demás antes que declarar que soy cristiano católico?
  • Amor al prójimo

  • ¿He ofendido o perjudicado injustamente a alguien? ¿Guardo resentimiento contra alguien?
  • ¿He caído en actitudes de cólera y he pronunciado palabras ofensivas e hirientes? ¿Acostumbro rezar por los que considero mis "enemigos"?
  • ¿Trato de ser compasivo y comprensivo, o soy tan exigente que no tolero los errores de los demás?
  • ¿Siento envidia por la vida que llevan otras personas o por sus bienes materiales? ¿He tomado algo que realmente no me haya pertenecido?
  • ¿He cometido engaños o dicho mentiras? ¿He tratado de proteger mi reputación a costa de otras personas?
  • ¿He practicado el chisme? ¿He revelado algún secreto importante que alguien me había confiado?
  • ¿He caído en inmoralidad sexual? ¿He tratado de controlar mis pensamientos o me dejo llevar por fantasías y deseos impuros?
  • ¿Soy bondadoso con los pobres y hago lo que puedo para ayudarles, aunque tenga que hacer algún sacrificio?
  • Comentarios